Educación Básica tiene como finalidad esencial propiciar el desarrollo de las potencialidades y capacidades humanas, mediante su participación en el desarrollo curricular, de acuerdo al plan establecido para este nivel de formación. Se pretende que en este nivel los niños y las niñas aprendan, a partir de su involucramiento en experiencias planeadas y sistemáticas, a utilizar los diferentes lenguajes verbales, simbólicos y gestuales de manera tal que les posibilite expresarse a través de múltiples formas de comunicación.
En el Nivel Básico se inicia y se desarrolla de manera gradual la aprehensión de las características esenciales de la realidad natural y social. Esto posibilita el conocimiento, comprensión y posibles actuaciones sobre ella. En ese proceso, los y las estudiantes también van construyendo valores y actitudes que se van consolidando en normas para la acción, así como en intereses y preferencias que determinarán las decisiones educativas y de la vida por las que irá optando.
El nivel de Educación Básica continúa los procesos de aprendizaje del Nivel Inicial del Sistema Educativo Nacional y constituye el soporte de la Educación Media. Como medio de socialización comparte la formación de los ciudadanos, con la familia, la comunidad, los medios de comunicación social y otros espacios educativos.
Para hacer realidad una educación de calidad, como requiere la sociedad dominicana y plantea el Plan Docenal de Educación, el Estado garantizará la igualdad de acceso y oportunidades en el educativo, a todos los ciudadanos, sin ningún tipo de discriminación razón de raza, género, credo, edad, posición económica o social o de cualquier otra naturaleza.1
El Estado Dominicano ha de garantizar además todo lo necesario, para que este nivel asegure la permanencia de los y las estudiantes en el mismo y la promoción de todas y todos los que ingresan, eliminando progresivamente los índices de repetición, deserción y sobre edad.
Anteproyecto de Nueva Ley General de Educación, Cap. II, Art. 4A.
Asumiendo los procesos pedagógicos pertinentes para alcanzar los ‘aprendizajes propios de dicho nivel. De esta manera, la escuela responde a uno de los aspectos básicos de su función democratizadora, en términos de ofertar una educación para todos y todas.
Este nivel propiciará todas las actividades de aprendizajes necesarias para que los y las estudiantes adquieran una formación integral, para comprender de manera crítica y creativa la realidad y transformarla en beneficio de todos y todas; también propiciará procesos de aprendizajes y experiencias significativas que favorezcan el desarrollo de las capacidades cognoscitivas, la interacción, el trabajo cooperativo, la solidaridad, la ayuda mutua, el sentido crítico, la confrontación de puntos de vistas y la elaboración colectiva de normas y compromisos. Estas experiencias garantizarán la formación ciudadana para una democracia participativa.
La Educación Básica procurará el desarrollo de los y las estudiantes como sujetos en sus dimensiones personal y social; asimismo, tomará en cuenta los procesos de desarrollo del niño y la niña, con la finalidad de crear las condiciones necesarias para que los aprendizajes se realicen de manera integral y de acuerdo a sus necesidades e intereses bio-psico-sociales.
Este nivel garantiza el dominio de su lengua materna en [odas sus expresiones: escrita, oral, simbólica, artística, apoyándose en las diferentes áreas del conocimiento: Formación Integral, Humana y Religiosa, Ciencias Sociales, de la Naturaleza y Matemática, Educación Artística, Lengua Española, Educación Física, con las perspectivas de los Ejes Transversales; en las que se creen expectativas futuras y gratificantes para el ser humano y la sociedad. También iniciará el aprendizaje de por lo menos dos lenguas extranjeras, a partir del segundo ciclo.
De igual modo, la Educación Básica logrará la interacción entre el saber que traen el estudiante y la estudiante, el saber acumulado por la ciencia y el saber pedagógico que los educadores y educadoras construyen en su práctica.
Esta práctica estará basada en metodologías que propicien aprendizajes significativos, autónomos, que relacionen práctica- teoría-práctica para que estudiantes y profesores aprendan de manera conjunta, propiciando así la socialización de la cultura y la reconstrucción del conocimiento.
El desarrollo del currículo de la Educación Básica propiciará actividades socioculturales, cuya realización requerirá de la cooperación de los miembros de la comunidad, de las asociaciones de padres, madres, tutores, amigos y amigas de la escuela y de otras entidades que, por su naturaleza, tengan un trabajo permanente en la comunidad y sean reconocidas por el centro educativo. Estas actividades incorporarán experiencias de la vida cotidiana, como aprendizajes significativos (visitas, excursiones, campamentos, etc.).
La Educación Básica propiciará para los estudiantes y las estudiantes espacios atractivos y estimulantes para el estudio y los procesos de aprendizajes; así como para el desarrollo emocional, afectivo, corporal e intelectual. De igual modo, propiciará el uso racional del tiempo de manera tal que les permita reservar espacios para el ocio y la recreación. Conjuntamente con estos aspectos, el Estado Dominicano deberá desplegar todos los esfuerzos necesarios para ampliar la cobertura de los programas que se ejecutan para asegurar alimentación, útiles escolares, libros y uniformes, así como condiciones de salud necesarias, para disminuir la incidencia de la condiciones socioeconómicas en el aprendizaje de los niños más desfavorecidos en términos económicos y culturales.